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miércoles, 20 de diciembre de 2023

Vida de Jesús en 24 días - Lucas veinticuatro

La resurrección
1. El primer día de la semana, muy temprano, fueron las mujeres al sepulcro, llevando los perfumes que habían preparado.

2. Pero se encontraron con una novedad: la piedra que cerraba el sepulcro había sido removida,

3. y al entrar no encontraron el cuerpo del Señor Jesús.

4. No sabían qué pensar, pero en ese momento vieron a su lado a dos hombres con ropas fulgurantes.

5. Estaban tan asustadas que no se atrevían a levantar los ojos del suelo. Pero ellos les dijeron: '¿Por qué buscan entre los muertos al que vive?'

6. No está aquí. Resucitó. Acuérdense de lo que les dijo cuando todavía estaba en Galilea:

7. El Hijo del Hombre debe ser entregado en manos de los pecadores y ser crucificado, y al tercer día resucitará.

8. Ellas entonces recordaron las palabras de Jesús.

9. Al volver del sepulcro, les contaron a los Once y a todos los demás lo que les había sucedido.

10. Las que hablaban eran María de Magdala, Juana y María, la madre de Santiago. También las demás mujeres que estaban con ellas decían lo mismo a los apóstoles.

11. Pero no les creyeron, y esta novedad les pareció puros cuentos.

12. Pedro, sin embargo, se levantó y fue corriendo al sepulcro; se agachó y no vio más que los lienzos, por lo que volvió a casa preguntándose por lo ocurrido.

En el camino a Emaús
13. Aquel mismo día dos discípulos se dirigían a un pueblecito llamado Emaús, que está a unos doce kilómetros de Jerusalén,

14. e iban conversando sobre todo lo que había ocurrido.

15. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se les acercó y se puso a caminar con ellos,

16. pero algo impedía que sus ojos lo reconocieran.

17. El les dijo: '¿De qué van discutiendo por el camino?' Se detuvieron, y parecían muy desanimados.

18. Uno de ellos, llamado Cleofás, le contestó: '¿Cómo? ¿Eres tú el único peregrino en Jerusalén que no está enterado de lo que ha pasado aquí estos días?'

19. ¿Qué pasó?, les preguntó. Le contestaron: '¡Todo el asunto de Jesús Nazareno!' Era un profeta poderoso en obras y palabras, reconocido por Dios y por todo el pueblo.

20. Pero nuestros sumos sacerdotes y nuestros jefes renegaron de él, lo hicieron condenar a muerte y clavar en la cruz.

21. Nosotros pensábamos que él sería el que debía libertar a Israel. Pero todo está hecho, y ya van dos días que sucedieron estas cosas.

22. En realidad, algunas mujeres de nuestro grupo nos han inquietado,

23. pues fueron muy de mañana al sepulcro y, al no hallar su cuerpo, volvieron hablando de una aparición de ángeles que decían que estaba vivo.

24. Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y hallaron todo tal como habían dicho las mujeres, pero a él no lo vieron.

25. Entonces él les dijo: '¡Qué poco entienden ustedes y qué lentos son sus corazones para creer todo lo que anunciaron los profetas!'

26. ¿No tenía que ser así y que el Mesías padeciera para entrar en su gloria?'

27. Y les interpretó lo que se decía de él en todas las Escrituras, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas.

28. Al llegar cerca del pueblo al que iban, hizo como que quisiera seguir adelante,

29. pero ellos le insistieron diciendo: 'Quédate con nosotros, ya está cayendo la tarde y se termina el día. Entró, pues, para quedarse con ellos.

30. Y mientras estaba en la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio.

31. En ese momento se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él desapareció.

32. Entonces se dijeron el uno al otro: '¿No sentíamos arder nuestro corazón cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?'

33. De inmediato se levantaron y volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once y a los de su grupo.

34. Estos les dijeron: 'Es verdad: el Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón.

35. Ellos, por su parte, contaron lo sucedido en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.

Jesús se aparece a los discípulos
36. Mientras estaban hablando de todo esto, Jesús se presentó en medio de ellos (y les dijo: 'Paz a ustedes.)'

37. Quedaron atónitos y asustados, pensando que veían algún espíritu,

38. pero él les dijo: '¿Por qué se desconciertan? ¿Cómo se les ocurre pensar eso?'

39. Miren mis manos y mis pies: soy yo. Tóquenme y fíjense bien que un espíritu no tiene carne ni huesos, como ustedes ven que yo tengo.

40. (Y dicho esto les mostró las manos y los pies).

41. Y como no acababan de creerlo por su gran alegría y seguían maravillados, les dijo: '¿Tienen aquí algo que comer?'

42. Ellos, entonces, le ofrecieron un pedazo de pescado asado (y una porción de miel);'

43. lo tomó y lo comió delante ellos.

44. Jesús les dijo: 'Todo esto se lo había dicho cuando estaba todavía con ustedes; tenía que cumplirse todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos referente a mí.

45. Entonces les abrió la mente para que entendieran las Escrituras.

46. Les dijo: 'Todo esto estaba escrito: los padecimientos del Mesías y su resurrección de entre los muertos al tercer día.

47. Luego debe proclamarse en su nombre el arrepentimiento y el perdón de los pecados, comenzando por Jerusalén, y yendo después a todas las naciones, invitándolas a que se conviertan.

48. Ustedes son testigos de todo esto.

49. Ahora yo voy a enviar sobre ustedes lo que mi Padre prometió. Permanezcan, pues, en la ciudad hasta que sean revestidos de la fuerza que viene de arriba.

La ascensión
50. Jesús los llevó hasta cerca de Betania y, levantando las manos, los bendijo.

51. Y mientras los bendecía, se separó de ellos (y fue llevado al cielo.

52. Ellos se postraron ante él.) Después volvieron llenos de gozo a Jerusalén,

53. y continuamente estaban en el Templo alabando a Dios.

Vida de Jesús en 24 días - Lucas veintitrés

Jesús ante Pilato
1. El Consejo en pleno se levantó y llevaron a Jesús ante Pilato.

2. Allí empezaron con sus acusaciones: 'Hemos comprobado que este hombre es un agitador. Se opone a que se paguen los impuestos al César y pretende ser el rey enviado por Dios.

3. Entonces Pilato lo interrogó en estos términos: '¿Eres tú el rey de los judíos?' Jesús le contestó: 'Tú eres el que lo dice.

4. Pilato se dirigió a los jefes de los sacerdotes y a la multitud. Les dijo: 'Yo no encuentro delito alguno en este hombre.

5. Pero ellos insistieron: 'Está enseñando por todo el país de los judíos y sublevando al pueblo. Comenzó en Galilea y ha llegado hasta aquí.

Jesús ante Herodes
6. Al oír esto, Pilato preguntó si aquel hombre era galileo.

7. Cuando supo que Jesús pertenecía a la jurisdicción de Herodes, se lo envió, pues Herodes se hallaba también en Jerusalén por aquellos días.

8. Al ver a Jesús, Herodes se alegró mucho. Hacía tiempo que deseaba verlo por las cosas que oía de él, y esperaba que Jesús hiciera algún milagro en su presencia.

9. Le hizo, pues, un montón de preguntas. Pero Jesús no contestó nada,

10. mientras los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley permanecían frente a él y reiteraban sus acusaciones.

11. Herodes con su guardia lo trató con desprecio; para burlarse de él lo cubrió con un manto espléndido y lo devolvió a Pilato.

12. Y ese mismo día Herodes y Pilato, que eran enemigos, se hicieron amigos.

Jesús sentenciado a muerte
13. Pilato convocó a los jefes de los sacerdotes, a los jefes de los judíos y al pueblo

14. y les dijo: 'Ustedes han traído ante mí a este hombre acusándolo de sublevar al pueblo. Pero después de interrogarlo en presencia de ustedes no he podido comprobar ninguno de los cargos que le hacen.

15. Y tampoco Herodes, pues me lo devolvió. Es evidente que este hombre no ha hecho nada que merezca la muerte.

16. Así que después de castigarlo lo dejaré en libertad.

17. Y tenía obligación de soltarles un preso en cada fiesta.

18. Pero todos ellos se pusieron a gritar: '¡Elimina a éste y devuélvenos a Barrabás!'

19. Este Barrabás había sido encarcelado por algunos disturbios y un asesinato en la ciudad.

20. Pilato, que quería librar a Jesús, les dirigió de nuevo la palabra,

21. pero ellos seguían gritando: '¡Crucifícalo, crucifícalo!'

22. Por tercera vez les dijo: 'Pero ¿qué mal ha hecho este hombre? Yo no he encontrado nada que merezca la muerte; por eso, después de azotarlo, lo dejaré en libertad.

23. Pero ellos insistían a grandes voces pidiendo que fuera crucificado, y el griterío iba en aumento.

24. Entonces Pilato pronunció la sentencia que ellos reclamaban.

25. Soltó al que estaba preso por agitador y asesino, pues a éste lo querían, y entregó a Jesús como ellos pedían.

Crucifixión y muerte de Jesús
26. Cuando lo llevaban, encontraron a un tal Simón de Cirene, que volvía del campo, y le cargaron con la cruz para que la llevara detrás de Jesús.

27. Lo seguía muchísima gente, especialmente mujeres que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él.

28. Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: 'Hijas de Jerusalén, no lloren por mí. Lloren más bien por ustedes mismas y por sus hijos.

29. Porque llegarán días en que se dirá: 'Felices las mujeres que no tienen hijos. Felices las que no dieron a luz ni amamantaron.

30. Entonces dirán: '¡Que caigan sobre nosotros los montes, y nos sepulten los cerros!'

31. Porque si así tratan al árbol verde, ¿qué harán con el seco?'

32. Junto con Jesús llevaban también a dos malhechores para ejecutarlos.

33. Al llegar al lugar llamado de la Calavera, lo crucificaron allí, y con él a los malhechores, uno a su derecha y el otro a su izquierda.

34. (Mientras tanto Jesús decía: 'Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.) Después los soldados se repartieron sus ropas echándolas a suerte.

35. La gente estaba allí mirando; los jefes, por su parte, se burlaban diciendo: 'Si salvó a otros, que se salve a sí mismo, ya que es el Mesías de Dios, el Elegido.

36. También los soldados se burlaban de él. Le ofrecieron vino agridulce

37. diciendo: 'Si tú eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo.

38. Porque había sobre la cruz un letrero que decía: 'Este es el rey de los judíos.

39. Uno de los malhechores que estaban crucificados con Jesús lo insultaba: '¿No eres tú el Mesías? ¡Sálvate a ti mismo y también a nosotros.

40. Pero el otro lo reprendió diciendo: '¿No temes a Dios tú, que estás en el mismo suplicio?'

41. Nosotros lo hemos merecido y pagamos por lo que hemos hecho,

42. pero éste no ha hecho nada malo. Y añadió: 'Jesús, acuérdate de mí cuando entres en tu Reino.

43. Jesús le respondió: 'En verdad te digo que hoy mismo estarás conmigo en el paraíso.

44. Hacia el mediodía se ocultó el sol y todo el país quedó en tinieblas hasta las tres de la tarde.

45. En ese momento la cortina del Templo se rasgó por la mitad,

46. y Jesús gritó muy fuerte: 'Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu'. Y dichas estas palabras, expiró.

47. El capitán, al ver lo que había sucedido, reconoció la mano de Dios y dijo: 'Realmente este hombre era un justo.

48. Y toda la gente que se había reunido para ver este espectáculo, al ver lo ocurrido, comenzó a irse golpeándose el pecho.

49. Estaban a distancia los conocidos de Jesús, especialmente las mujeres que lo habían acompañado desde Galilea, y todo esto lo presenciaron ellas.

Jesús es sepultado
50. Intervino entonces un hombre bueno y justo llamado José, que era miembro del Consejo Supremo,

51. pero que no había estado de acuerdo con los planes ni actos de los otros. Era de Arimatea, una ciudad de Judea, y esperaba el Reino de Dios.

52. Se presentó, pues, ante Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús.

53. Después de bajarlo de la cruz, lo envolvió en una sábana y lo depositó en un sepulcro nuevo cavado en la roca, donde nadie había sido enterrado aún.

54. Era el día de la Preparación de la Pascua y ya estaba para comenzar el día sábado.

55. Las mujeres que habían venido desde Galilea con Jesús no se habían alejado; vieron de cerca el sepulcro y cómo colocaban su cuerpo.

56. Después que volvieron a sus casas, prepararon perfumes y mirra, y el sábado descansaron, según manda la Ley.

Vida de Jesús en 24 días - Lucas veintidos

El complot para matar a Jesús
1. Se acercaba la fiesta de los Panes sin Levadura, llamada también fiesta de la Pascua.

2. Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley no encontraban la manera de hacer desaparecer a Jesús, pues tenían miedo del pueblo.

3. Pero Satanás entró en Judas, por sobrenombre Iscariote, que era uno de los Doce,

4. y fue a tratar con los jefes de los sacerdotes y con los jefes de la policía del Templo sobre el modo de entregarles a Jesús.

5. Ellos se alegraron y acordaron darle una cantidad de dinero.

6. Judas aceptó el trato y desde entonces buscaba una oportunidad para entregarlo cuando no estuviera el pueblo.

Institución de la Cena del Señor
7. Llegó el día de la fiesta de los Panes sin Levadura, en que se debía sacrificar el cordero de Pascua.

8. Entonces Jesús envió a Pedro y a Juan diciéndoles: 'Vayan a preparar lo necesario para que celebremos la Cena de Pascua.

9. Le preguntaron: '¿Dónde quieres que la preparemos?'

10. Jesús les contestó: 'Cuando entren en la ciudad, encontrarán a un hombre que lleva un jarro de agua.

11. Síganlo hasta la casa donde entre, y digan al dueño de la casa: 'El Maestro manda a decirte: ¿Dónde está la pieza en la que comeré la Pascua con mis discípulos?'

12. El les mostrará una sala grande y amueblada en el piso superior. Preparen allí lo necesario.

13. Se fueron, pues, hallaron todo tal como Jesús les había dicho y prepararon la Pascua.

14. Llegada la hora, Jesús se sentó a la mesa con los apóstoles

15. y les dijo: 'Yo tenía gran deseo de comer esta Pascua con ustedes antes de padecer.

16. Porque, se lo digo, ya no la volveré a comer hasta que sea la nueva y perfecta Pascua en el Reino de Dios.

17. Jesús recibió una copa, dio gracias y les dijo: 'Tomen esto y repártanlo entre ustedes,

18. porque les aseguro que ya no volveré a beber del jugo de la uva hasta que llegue el Reino de Dios.

19. Después tomó pan y, dando gracias, lo partió y se lo dio diciendo: 'Esto es mi cuerpo, que es entregado por ustedes. (Hagan esto en memoria mía.

20. Hizo lo mismo con la copa después de cenar, diciendo: 'Esta copa es la alianza nueva sellada con mi sangre, que es derramada por ustedes').

21. Sepan que la mano del que me traiciona está aquí conmigo sobre la mesa.

22. El Hijo del Hombre se va por el camino trazado desde antes. Pero ¡pobre del hombre que lo entrega!'

23. Entonces empezaron a preguntarse unos a otros quién de ellos iba a hacer tal cosa.

La grandeza en el servicio
24. Luego comenzaron a discutir sobre quién de ellos era el más importante.

25. Jesús les dijo: 'Los reyes de las naciones las gobiernan como dueños, y los mismos que las oprimen se hacen llamar bienhechores.

26. Pero no será así entre ustedes. Al contrario, el más importante entre ustedes debe portarse como si fuera el último, y el que manda, como si fuera el que sirve.

27. Porque ¿quién es más importante: el que está a la mesa o el que está sirviendo? El que está sentado, por supuesto. Y sin embargo yo estoy entre ustedes como el que sirve.

28. Ustedes son los que han permanecido conmigo compartiendo mis pruebas.

29. Por eso les doy autoridad como mi Padre me la dio a mí haciéndome rey.

30. Ustedes comerán y beberán a mi mesa en mi Reino, y se sentarán en tronos para gobernar a las doce tribus de Israel.

Jesús anuncia la negación de Pedro
31. ¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha pedido permiso para sacudirlos a ustedes como trigo que se limpia;'

32. pero yo he rogado por ti para que tu fe no se venga abajo. Y tú, cuando hayas vuelto, tendrás que fortalecer a tus hermanos.

33. Pedro dijo: 'Señor, estoy dispuesto a ir contigo a la prisión y a la muerte.

34. Pero Jesús le respondió: 'Yo te digo, Pedro, que antes de que cante hoy el gallo, habrás negado tres veces que me conoces.

Bolsa, alforja y espada
35. Jesús también les dijo: 'Cuando les envié sin cartera ni equipaje ni calzado, ¿les faltó algo?' Ellos contestaron: 'Nada.

36. Y Jesús agregó: 'Pues ahora, el que tenga cartera, que la tome, y lo mismo el equipaje. Y el que no tenga espada, que venda el manto para comprarse una.

37. Pues les aseguro que tiene que cumplirse en mi persona lo que dice la Escritura: Ha sido contado entre los delincuentes. Ahora bien, todo lo que se refiere a mí está llegando a su fin.

38. Ellos le dijeron: 'Mira, Señor, aquí hay dos espadas. El les respondió: '¡Basta ya!'

Jesús ora en Getsemaní
39. Después Jesús salió y se fue, como era su costumbre, al monte de los Olivos, y lo siguieron también sus discípulos.

40. Llegados al lugar, les dijo: 'Oren para que no caigan en tentación.

41. Después se alejó de ellos como a la distancia de un tiro de piedra, y doblando las rodillas oraba

42. con estas palabras: 'Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.

43. (Entonces se le apareció un ángel del cielo para animarlo.

44. Entró en agonía y oraba con mayor insistencia. Su sudor se convirtió en gotas de sangre que caían hasta el suelo.)

45. Después de orar, se levantó y fue hacia donde estaban los discípulos. Pero los halló dormidos, abatidos por la tristeza.

46. Les dijo: '¿Ustedes duermen? Levántense y oren para que no caigan en tentación.

Arresto de Jesús
47. Todavía estaba hablando cuando llegó un grupo encabezado por Judas, uno de los Doce. Como se acercara a Jesús para darle un beso,

48. Jesús le dijo: 'Judas, ¿con un beso traicionas al Hijo del Hombre?'

49. Los que estaban con Jesús vieron lo que iba a pasar y le preguntaron: 'Maestro, ¿sacamos la espada?'

50. Y uno de ellos hirió al servidor del sumo sacerdote cortándole la oreja derecha.

51. Pero Jesús le dijo: '¡Basta ya!' Y tocando la oreja del hombre, lo sanó.

52. Jesús se dirigió después a los que habían venido a prenderlo, a los jefes de los sacerdotes, de la policía del Templo y de los judíos y les dijo: 'Tal vez buscan a un ladrón, y por eso han venido a detenerme con espadas y palos.

53. ¿Por qué no me detuvieron cuando día tras día estaba entre ustedes en el Templo? Pero ahora reinan las tinieblas, y es la hora de ustedes.

Pedro niega a Jesús
54. Entonces lo apresaron y lo llevaron a la casa del sumo sacerdote, donde entraron; Pedro los seguía a distancia.

55. Prendieron un fuego en medio del patio y luego se sentaron alrededor; Pedro también se acercó y se sentó entre ellos.

56. Al verlo sentado a la lumbre, una muchachita de la casa, después de mirarlo, dijo: 'Este también estaba con él'

57. Pero él lo negó diciendo: 'Mujer, yo no lo conozco.

58. Momentos después otro exclamó al verlo: 'Tú también eres uno de ellos. Pero Pedro respondió: 'No, hombre, no lo soy.

59. Como una hora más tarde, otro afirmaba: 'Seguramente éste estaba con él, pues además es galileo.

60. De nuevo Pedro lo negó diciendo: 'Amigo, no sé de qué hablas. Todavía estaba hablando cuando un gallo cantó.

61. El Señor se volvió y fijó la mirada en Pedro. Y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: 'Antes de que cante hoy el gallo, me habrás negado tres veces.

62. Y, saliendo afuera, lloró amargamente.

Jesús escarnecido y azotado
63. Los hombres que custodiaban a Jesús empezaron a burlarse de él y a darle golpes.

64. Le cubrieron la cara, y después le preguntaban: 'Adivina quién te pegó.

65. Y proferían toda clase de insultos contra él.

Jesús ante el concilio
66. Cuando amaneció, se reunieron los jefes de los judíos, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley, y mandaron traer a Jesús ante su Consejo.

67. Le interrogaron: '¿Eres tú el Cristo? Respóndenos'. Jesús respondió: 'Si se lo digo, ustedes no me creerán,

68. y si les hago alguna pregunta, ustedes no me contestarán.

69. Desde ahora, sin embargo, el Hijo del Hombre estará sentado a la derecha del Dios Poderoso.

70. Todos dijeron: 'Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios?' Jesús contestó: 'Dicen bien, yo lo soy.

71. Ellos dijeron: '¿Para qué buscar otro testimonio? Nosotros mismos lo hemos oído de su boca.

Vida de Jesús en 24 días - Lucas veintiuno

La ofrenda de la viuda
1. Jesús levantó la mirada y vio a unos ricos que depositaban sus ofrendas en el arca del tesoro del Templo.

2. Vio también a una viuda muy pobre que echaba dos moneditas.

3. Entonces dijo: 'En verdad les digo que esa viuda sin recursos ha echado más que todos ellos,

4. porque todos ésos han dado de lo que les sobra, mientras que ella, no teniendo recursos, ha echado todo lo que tenía para vivir.

Jesús predice la destrucción del templo
5. Como algunos estaban hablando del Templo, con sus hermosas piedras y los adornos que le habían sido regalados,

6. Jesús les dijo: 'Mírenlo bien, porque llegarán días en que todo eso será arrasado y no quedará piedra sobre piedra.

Señales antes del fin
7. Le preguntaron: 'Maestro, ¿cuándo sucederá eso, y qué señales habrá antes de que ocurran esas cosas?'

8. Jesús contestó: 'Estén sobre aviso y no se dejen engañar; porque muchos usurparán mi nombre y dirán: 'Yo soy el Mesías, el tiempo está cerca'. No los sigan.

9. No se asusten si oyen hablar de guerras y disturbios, porque estas cosas tienen que ocurrir primero, pero el fin no llegará tan de inmediato.

10. Entonces Jesús les dijo: 'Se levantará una nación contra otra y un reino contra otro.

11. Habrá grandes terremotos, pestes y hambre en diversos lugares. Se verán también cosas espantosas y señales terribles en el cielo.

12. Pero antes de que eso ocurra los tomarán a ustedes presos, los perseguirán, los entregarán a los tribunales judíos y los meterán en sus cárceles. Los harán comparecer ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre,

13. y ésa será para ustedes la oportunidad de dar testimonio de mí.

14. Tengan bien presente que no deberán preocuparse entonces por su defensa.

15. Pues yo mismo les daré palabras y sabiduría, y ninguno de sus opositores podrá resistir ni contradecirles.

16. Ustedes serán entregados por sus padres, hermanos, parientes y amigos,

17. y algunos de ustedes serán ajusticiados.

18. Serán odiados por todos a causa de mi nombre. Con todo, ni un cabello de su cabeza se perderá.

19. Manténganse firmes y se salvarán.

20. Cuando vean a Jerusalén rodeada por ejércitos, sepan que muy pronto será devastada.

21. Los que estén en Judea, que huyan a los montes; los que estén dentro de la ciudad, que salgan y se alejen; y los que estén en los campos, que no vuelvan a la ciudad.

22. Porque esos serán los días en que se rendirán cuentas, y se cumplirán todas las cosas que fueron anunciadas en la Escritura.

23. ¡Pobres de las mujeres embarazadas o que estén criando en esos días! Porque una gran calamidad sobrevendrá al país y estallará sobre este pueblo la cólera de Dios.

24. Morirán al filo de la espada, serán llevados prisioneros a todas las naciones y Jerusalén será pisoteada por las naciones hasta que se cumplan los tiempos de las naciones.

La venida del Hijo del Hombre
25. Entonces habrá señales en el sol, la luna y las estrellas, y por toda la tierra los pueblos estarán llenos de angustia, aterrados por el estruendo del mar embravecido.

26. La gente se morirá de espanto con sólo pensar en lo que va a caer sobre la humanidad, porque las fuerzas del universo serán sacudidas.

27. Y en ese preciso momento verán al Hijo del Hombre venir en la Nube, con gran poder e infinita gloria.

28. Cuando se presenten los primeros signos, enderécense y levanten la cabeza, porque está cerca su liberación.

29. Y Jesús propuso esta comparación: 'Fíjense en la higuera y en los demás árboles.

30. Cuando echan los primeros brotes, ustedes saben que el verano ya está cerca.

31. Así también, apenas vean ustedes que suceden las cosas que les dije, sepan que el Reino de Dios está cerca.

32. Yo les aseguro que no pasará esta generación hasta que todo eso suceda.

33. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

34. Cuíden de ustedes mismos, no sea que una vida materializada, las borracheras o las preocupaciones de este mundo los vuelvan interiormente torpes y ese día caiga sobre ustedes de improviso,

35. pues se cerrará como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra.

36. Por eso estén vigilando y orando en todo momento, para que se les conceda escapar de todo lo que debe suceder y estar de pie ante el Hijo del Hombre.

37. Durante el día Jesús enseñaba en el Templo, y luego salía e iba a pasar la noche al aire libre al monte de los Olivos.

38. Y desde muy temprano todo el pueblo acudía donde él al Templo para escucharlo.

Vida de Jesús en 24 días - Lucas dieciocho

Parábola de la viuda y el juez injusto

1. Jesús les mostró con un ejemplo que debían orar siempre, sin desanimarse jamás:

2. En una ciudad había un juez que no temía a Dios ni le importaba la gente.

3. En la misma ciudad había también una viuda que acudía a él para decirle: 'Hazme justicia contra mi adversario'.

4. Durante bastante tiempo el juez no le hizo caso, pero al final pensó: 'Es cierto que no temo a Dios y no me importa la gente,

5. pero esta viuda ya me molesta tanto que le voy a hacer justicia; de lo contrario acabará rompiéndome la cabeza'.

6. Y el Señor dijo: '¿Se han fijado en las palabras de este juez malo?'

7. ¿Acaso Dios no hará justicia a sus elegidos si claman a él día y noche, mientras él deja que esperen?

8. Yo les aseguro que les hará justicia, y lo hará pronto. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?'.

Parábola del fariseo y el publicano

9. Jesús dijo esta parábola por algunos que estaban convencidos de ser justos y despreciaban a los demás.

10. Dos hombres subieron al Templo a orar. Uno era fariseo y el otro publicano.

11. El fariseo, puesto de pie, oraba en su interior de esta manera: 'Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, que son ladrones, injustos, adúlteros, o como ese publicano...

12. Ayuno dos veces por semana y doy la décima parte de todas mis entradas.

13. Mientras tanto el publicano se quedaba atrás y no se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: 'Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador'.

14. Yo les digo que este último estaba en gracia de Dios cuando volvió a su casa, pero el fariseo no. Porque el que se hace grande será humillado y el que se humilla será enaltecido.

Jesús bendice a los niños

15. Le traían también niños pequeñitos para que los tocara, pero los discípulos empezaron a reprender a esas personas.

16. Jesús pidió que se los trajeran, diciendo: 'Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos.

17. En verdad les digo que el que no reciba el Reino de Dios como un niño no entrará en él.

El joven rico

18. Cierto hombre importante le preguntó: 'Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?'

19. Jesús le dijo: '¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno, nadie más.

20. Ya sabes los mandamientos: No cometas adulterio, no mates, no robes, no levantes falsos testimonios, honra a tu padre y a tu madre.

21. Pero él contestó: 'Todo esto lo he cumplido ya desde joven.

22. Al oír esto, Jesús le dijo: 'Todavía te falta una cosa: vende todo lo que tienes, reparte el dinero entre los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; después ven y sígueme.

23. Ante tal respuesta, el hombre se puso triste, pues era muy rico.

24. Al verlo, dijo Jesús: '¡Qué difícil es entrar en el Reino de Dios para los que tienen riquezas!'

25. Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el Reino de Dios.

26. Los presentes dijeron: '¿Quién podrá salvarse entonces?'

27. Jesús respondió: 'Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios.

28. En ese momento Pedro dijo: 'Ya ves que nosotros hemos dejado todo lo que teníamos y te hemos seguido.

29. Jesús respondió: 'Yo les aseguro que ninguno dejará casa, esposa, hermanos, padre o hijos a causa del Reino de Dios'

30. sin que reciba mucho más en el tiempo presente y, en el mundo venidero, la vida eterna.

Nuevamente Jesús anuncia su muerte

31. Jesús tomó aparte a los Doce y les dijo: 'Estamos subiendo a Jerusalén y allí se va a cumplir todo lo que escribieron los profetas sobre el Hijo del Hombre:'

32. será entregado al poder extranjero; será burlado, maltratado y escupido;'

33. y después de azotarlo, lo matarán. Pero al tercer día resucitará.

34. Los Doce no entendieron nada de aquello. Este era un lenguaje misterioso para ellos y no comprendían lo que decía.

Un ciego de Jericó recibe la vista

35. Ya cerca de Jericó, había un ciego sentado al borde del camino pidiendo limosna.

36. Al oír que pasaba mucha gente, preguntó qué era aquello,

37. y le dieron la noticia: '¡Es Jesús, el nazoreo, que pasa por aquí!'

38. Entonces empezó a gritar: '¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!'

39. Los que iban delante le levantaron la voz para que se callara, pero él gritaba con más fuerza: '¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!'

40. Jesús se detuvo y ordenó que se lo trajeran, y cuando tuvo al ciego cerca le preguntó:

41. ¿Qué quieres que haga por ti? Le respondió: 'Señor, haz que vea.

42. Jesús le dijo: 'Recobra la vista, tu fe te ha salvado.

43. Al instante el ciego pudo ver. El hombre seguía a Jesús glorificando a Dios, y toda la gente que lo presenció también bendecía a Dios.

Vida de Jesús en 24 días - Lucas veinte

La autoridad de Jesús
1. Uno de esos días en que Jesús enseñaba en el Templo anunciando la Buena Nueva al pueblo, se acercaron los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley con algunos jefes de los judíos, y le dijeron:

2. Dinos con qué derecho haces estas cosas. ¿Quién te ha dado autoridad para hacer lo que haces?

3. Jesús les contestó: 'Yo también les voy a hacer a ustedes una pregunta. Háblenme'

4. del bautismo de Juan. Este asunto ¿venía de Dios o era cosa de los hombres?'

5. Ellos razonaron entre sí: 'Si contestamos que este asunto venía de Dios, él nos dirá: ¿Por qué entonces no le creyeron?'

6. Y si respondemos que era cosa de hombres, todo el pueblo nos apedreará, pues está convencido de que Juan era un profeta.

7. Por eso le contestaron: 'No lo sabemos'.

8. Jesús les dijo entonces: 'Tampoco yo les diré a ustedes con qué autoridad hago estas cosas.

Los labradores malvados
9. Jesús se puso a contar a la gente esta parábola: 'Un hombre plantó una viña, la arrendó a unos trabajadores y después se fue al extranjero por mucho tiempo.

10. En el momento oportuno envió a un servidor a los inquilinos para que le entregaran su parte del fruto de la viña. Pero los inquilinos lo golpearon y lo hicieron volver con las manos vacías.

11. Volvió a mandar a otro servidor, que también lo golpearon, lo insultaron y lo echaron con las manos vacías.

12. Todavía mandó a un tercero, pero también a éste lo hirieron y lo echaron.

13. El dueño de la viña se dijo entonces: ¿Qué hacer? Enviaré a mi hijo querido, pues a él lo respetarán.

14. Pero los trabajadores, apenas lo vieron, se dijeron unos a otros: 'Este es el heredero, matémoslo y nos quedaremos con la propiedad'.

15. Lo arrojaron, pues, fuera de la viña y lo mataron. Ahora bien, ¿qué hará con ellos el dueño de la viña?

16. Vendrá, hará morir a esos trabajadores y entregará la viña a otros. Al oír esto, algunos dijeron: '¡No lo quiera Dios!'

17. Jesús, fijando su mirada en ellos, les dijo: '¿Qué significan entonces esas palabras de la Escritura: La piedra que rechazaron los constructores ha venido a ser la piedra principal.

18. El que caiga sobre esa piedra se hará pedazos, y al que le caiga encima quedará aplastado?'

La cuestión del tributo
19. Los maestros de la Ley y los jefes de los sacerdotes hubieran querido detenerlo en ese momento, pues habían entendido muy bien que esta parábola de Jesús aludía a ellos, pero tuvieron miedo de la multitud.

20. Entonces empezaron a seguir a Jesús de cerca; le enviaron unos espías que fingieron buena fe para aprovecharse de sus palabras y poder así entregarlo al gobernador y su justicia.

21. Le preguntaron: 'Maestro, sabemos que hablas y enseñas con rectitud, que no te dejas influenciar por nadie, sino que enseñas con absoluta franqueza el camino de Dios.

22. ¿Está permitido pagar impuestos al César o no?'

23. Jesús vio su astucia y les dijo: 'Muéstrenme una moneda.

24. ¿De quién es esa cara y el nombre que tiene escrito?' Le contestaron: 'Del César.

25. Entonces les dijo: 'Pues bien, devuelvan al César las cosas del César, y a Dios lo que corresponde a Dios.

26. Con esto no pudieron atraparlo en lo que decía en público, sino que quedaron muy sorprendidos por su respuesta y se callaron.

La pregunta sobre la resurrección
27. Se acercaron a Jesús algunos saduceos. Esta gente niega que haya resurrección, y por eso le plantearon esta cuestión:

28. Maestro, Moisés nos dejó escrito: Si un hombre tiene esposa y muere sin dejar hijos, el hermano del difunto debe tomar a la viuda para darle un hijo, que tomará la sucesión del difunto.

29. Había, pues, siete hermanos. Se casó el primero y murió sin tener hijos.

30. El segundo y el tercero se casaron después con la viuda.

31. Y así los siete, pues todos murieron sin dejar hijos.

32. Finalmente murió también la mujer.

33. Si hay resurrección, ¿de cuál de ellos será esposa esta mujer, puesto que los siete la tuvieron?'

34. Jesús les respondió: 'Los de este mundo se casan, hombres y mujeres,

35. pero los que sean juzgados dignos de entrar en el otro mundo y de resucitar de entre los muertos, ya no toman marido ni esposa.

36. Además ya no pueden morir, sino que son como ángeles. Son también hijos de Dios, por haber nacido de la resurrección.

37. En cuanto a saber si los muertos resucitan, el mismo Moisés lo dio a entender en el pasaje de la zarza, cuando llama al Señor: Dios de Abrahán, Dios de Isaac y Dios de Jacob.

38. El no es Dios de muertos, sino de vivos, y todos viven por él.

39. Intervinieron algunos maestros de la Ley, y le dijeron: 'Maestro, has hablado bien.

40. Pero en adelante no se atrevieron a hacerle más preguntas.

¿De quién es hijo el Cristo?
41. Entonces él les dijo: '¿Cómo dice la gente que el Mesías es el hijo de David?'

42. Porque David mismo dice en el libro de los Salmos: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha

43. hasta que ponga a tus enemigos bajo tus pies.

44. Si David lo llama Señor, ¿cómo puede ser hijo suyo?'

Jesús acusa a los escribas
45. Jesús dijo también a sus discípulos ante toda la gente que escuchaba:

46. Cuídense de esos maestros de la Ley a los que les gusta llevar largas vestiduras, y ser saludados en las plazas, y ocupar los puestos reservados en las sinagogas y los lugares de honor en los banquetes.

47. Se introducen con sus largas oraciones, y luego devoran los bienes de las viudas. Esos tendrán una sentencia muy rigurosa.

martes, 19 de diciembre de 2023

Vida de Jesús en 24 días - Lucas diecinueve

Jesús y Zaqueo
1. Habiendo entrado Jesús en Jericó, atravesaba la ciudad.

2. Había allí un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de los cobradores del impuesto y muy rico.

3. Quería ver cómo era Jesús, pero no lo conseguía en medio de tanta gente, pues era de baja estatura.

4. Entonces se adelantó corriendo y se subió a un árbol para verlo cuando pasara por allí.

5. Cuando llegó Jesús al lugar, miró hacia arriba y le dijo: 'Zaqueo, baja en seguida, pues hoy tengo que quedarme en tu casa.

6. Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría.

7. Entonces todos empezaron a criticar y a decir: 'Se ha ido a casa de un rico que es un pecador.

8. Pero Zaqueo dijo resueltamente a Jesús: 'Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y a quien le haya exigido algo injustamente le devolveré cuatro veces más.

9. Jesús, pues, dijo con respecto a él: 'Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también este hombre es un hijo de Abrahán.

10. El Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.

Parábola de las diez minas
11. Cuando Jesús estaba ya cerca de Jerusalén, dijo esta parábola, pues los que lo escuchaban creían que el Reino de Dios se iba a manifestar de un momento a otro.

12. Un hombre de una familia noble se fue a un país lejano para ser nombrado rey y volver después.

13. Llamó a diez de sus servidores, les entregó una moneda de oro a cada uno y les dijo: 'Comercien con ese dinero hasta que vuelva.

14. Pero sus compatriotas lo odiaban y mandaron detrás de él una delegación para que dijera: 'No queremos que éste sea nuestro rey.

15. Cuando volvió, había sido nombrado rey. Mandó, pues, llamar a aquellos servidores a quienes les había entregado el dinero, para ver cuánto había ganado cada uno.

16. Se presentó el primero y dijo: 'Señor, tu moneda ha producido diez más.

17. Le contestó: 'Está bien, servidor bueno; ya que fuiste fiel en cosas muy pequeñas, ahora te confío el gobierno de diez ciudades.

18. Vino el segundo y le dijo: 'Señor, tu moneda ha producido otras cinco más.

19. El rey le contestó: 'Tú también gobernarás cinco ciudades.

20. Llegó el tercero y dijo: 'Señor, aquí tienes tu moneda. La he guardado envuelta en un pañuelo'

21. porque tuve miedo de ti. Yo sabía que eres un hombre muy exigente: reclamas lo que no has depositado y cosechas lo que no has sembrado.

22. Le contestó el rey: 'Por tus propias palabras te juzgo, servidor inútil. Si tú sabías que soy un hombre exigente, que reclamo lo que no he depositado y cosecho lo que no he sembrado,

23. ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? Así a mi regreso lo habría cobrado con los intereses.

24. Y dijo el rey a los presentes: 'Quítenle la moneda y dénsela al que tiene diez.

25. Pero, señor, le contestaron, ya tiene diez monedas.

26. Yo les digo que a todo el que produce se le dará más, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene.

27. En cuanto a esos enemigos míos que no me quisieron por rey, tráiganlos aquí y mátenlos en mi presencia.

La entrada triunfal en Jerusalén
28. Dicho esto, Jesús pasó adelante y emprendió la subida hacia Jerusalén.

29. Cuando se acercaban a Betfagé y Betania, al pie del monte llamado de los Olivos, Jesús envió a dos de sus discípulos y les dijo:

30. Vayan al pueblo de enfrente y al entrar en él encontrarán atado un burrito que no ha sido montado por nadie hasta ahora. Desátenlo y tráiganmelo.

31. Si alguien les pregunta por qué lo desatan, contéstenle que el Señor lo necesita.

32. Fueron los dos discípulos y hallaron todo tal como Jesús les había dicho.

33. Mientras soltaban el burrito llegaron los dueños y les preguntaron: '¿Por qué desatan ese burrito?'

34. Contestaron: 'El Señor lo necesita.

35. Trajeron entonces el burrito y le echaron sus capas encima para que Jesús se montara.

36. La gente extendía sus mantos sobre el camino a medida que iba avanzando.

37. Al acercarse a la bajada del monte de los Olivos, la multitud de los discípulos comenzó a alabar a Dios a gritos, con gran alegría, por todos los milagros que habían visto.

38. Decían: '¡Bendito el que viene como Rey en nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en lo más alto de los cielos!'

39. Algunos fariseos que se encontraban entre la gente dijeron a Jesús: 'Maestro, reprende a tus discípulos.

40. Pero él contestó: 'Yo les aseguro que si ellos se callan, gritarán las piedras.

41. Al acercarse y ver la ciudad, lloró por ella,

42. y dijo: '¡Si al menos en este día tú conocieras los caminos de la paz! Pero son cosas que tus ojos no pueden ver todavía.

43. Vendrán días sobre ti en que tus enemigos te cercarán de trincheras, te atacarán y te oprimirán por todos los lados.

44. Te estrellarán contra el suelo a ti y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has reconocido el tiempo ni la visita de tu Dios.

Purificación del templo
45. Jesús entró después en el recinto del Templo y comenzó a expulsar a los comerciantes que estaban allí actuando.

46. Les declaró: 'Dios dice en la Escritura: Mi casa será casa de oración. Pero ustedes la han convertido en un refugio de ladrones.

47. Jesús enseñaba todos los días en el Templo. Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley buscaban el modo de acabar con él, al igual que las autoridades de los judíos,

48. pero no sabían qué hacer, pues todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras.

Vida de Jesús en 24 días - Lucas veinticuatro

La resurrección 1. El primer día de la semana, muy temprano, fueron las mujeres al sepulcro, llevando los perfumes que habían preparado. 2. ...